Los seres humanos actuamos de acuerdo a lo que conocemos…

En la vida hay una tendencia inconsciente hacia el sufrimiento. Esta comprobado que la vivencia de una persona no sólo tiene que ver con ella en lo individual, sino que en gran medida está su entorno de origen, por tal razón las constelaciones aportan un nuevo conocimiento ya que no somos parte del entorno pero si un agente observador del mismo.

El poder abrir los ojos a nuestro entorno de origen nos da la oportunidad de ver cuántas cosas se han repetido (enfermedades, actitudes, divorcios, adicciones, etc.), ocasionadas por lealtades invisibles inconscientes y que sólo haciéndolas conscientes se pueden liberar.

No pretendamos modificar algo en nosotros, que no sabemos que existe. En la constelación en la que estuve se presento una situación en la cual durante mucho tiempo se mal enjuicio a un hombre tachándolo de mal padre y mal esposo, dentro del la terapia nos dimos cuanta que el papá-esposo en cuestión, creció sin padre y sin madre, lo cual significa que no aprendió de nadie el como ser padre y esposo, fue un proceso que vivió y adquirió al mismo tiempo, con ayuda talvez de una sociedad que marca lo que es un padre y lo que es un esposo. Como un ser humano puede estar preparado para algo si no lo conoce, la mujer y el hombre se reinventan a cada segundo, con cada paso, con cada experiencia, no siempre somos los mismos, por que no siempre vivimos los mismo, hoy eres hijo, al rato amigo , después padre o madre, tío, primo abuelo, no siempre eres la misma persona, hay días que eres genial y otros una basura, nos paseamos por la vida viajando de polo a polo y decimos que siempre actuamos igual, pero no es así.

Dentro de una constelación podemos darnos cuenta de “eso” que no conocemos y empezar a cambiar actitudes que parecían inamovibles, a causa de la falta de información para con nosotros mismos.

“Si descubro lo que no conozco, modifico lo que si conozco”.

Las constelaciones o configuraciones sistémicas son un instrumento terapéutica que resulta de una integración de conceptos y prácticas procedentes de varias fuentes psicológicas, filosóficas, pedagógicas y teológicas, entre otras. Las constelaciones ponen en evidencia el profundo poder de conexión que cada persona tiene para con los demás, conexión que a veces causa conflictos que inocente e inconscientemente tratamos de resolver, quedando atrapados en temas o asuntos que no son en realidad nuestra responsabilidad, pero por un amor ciego y la necesidad de pertenencia se adoptan, esto se da a través de una transmisión transgeneracional de los problemas que crean una cadena de destinos trágicos.

Los asuntos no resueltos de los sistemas, afectan la vida de las personas exhibiéndose mediante enfermedades inexplicables, depresiones, suicidios, relaciones conflictivas, trastornos físicos y psíquicos, falta de decisión, dificultad para encontrar pareja, comportamiento conflictivo de los hijos, delincuencia, etc., y todo esto se hace por amor, con el deseo inconsciente de “amar” y es ese mismo amor que enfermó, es el que tiene la sabiduría de la solución cuando se vuelve consciente y se expresa.

El método de las constelaciones ayuda a completar los pendientes, dejando a cada persona con su propia responsabilidad y su lugar de dignidad en el sistema. De esta manera se restablece el “orden del amor” y se rompe la cadena de destinos incómodos.