Cuando la suavidad se trasforma en una enorme intensidad en donde los colores ya no son pasteles, por que desde hace tiempo recogieron a su paso polvos de tonos fuertes que se armaron transitando, transitando por rumbos inciertos de calles llenas de casas grandes con ventanas en donde se asoman los recuerdos, recuerdos que acompañan una linda melodía que provocaba llanto y ahora provoca suspiros, suspiros que agrandan la dicha de un ojo abierto que puede mirar sin miedo. Hubo un momento en que la vida fue tan suave que se descubrió intensa e hizo conciencia de lo que reposaba inconciente , tomando cachos de miradas pedazos de un abrazo, pizcas de un respiro y latidos de un beso imaginario regalado del vientO Cuando la suavidad se trasformo en una enorme intensidad mi vida empezó a tener sentido.